lunes, 30 de junio de 2014

Miguel Angel pinta la capilla Sixtina (1508)


Sentando en lo más alto del andamiaje de madera, con la cabeza y los hombros echados hacia atrás, doliéndole el cuello, chorreándole la pintura por la cara, escociéndole los ojos, Miguel Ángel trabajaba día tras día en el alba hasta el anochecer en sus monumentales frescos de la Capilla Sixtina, en el techo del Vaticano, en Roma.

La Capilla Sixtina es uno de los más famosos tesoros artísticos de la ciudad del Vaticano, construida entre el 1471 y el 1484, en la época del papa Sixtina IV, de donde procede el nombre por el que es conocida, aunque inicialmente se llamó Capilla Palatina. Su arquitecto fue Giovanni d’Dolci siguiendo el modelo de las antiguas plantas basilicales.

A veces trabajaba hasta 30 días sin parar. Se sentía enfermo de dolor, sufría vértigos y temía estar perdiendo la vista. En 1510, a la mitad de su maratónica tarea, escribió un poema en el que declaró, traducido libremente: “Estoy donde no debo: ¡no soy pintor!”

En efecto, Miguel Ángel Buonarroti se consideraba primero y más que nada escultor de mármol, y tenía muy mal concepto de sus habilidades pictóricas. Nacido en 1475, tenía 33 años cuando el papa Julio II lo mandó llamar a Roma y le encargó que repintara el techo de la Capilla Sixtina. La capilla ceremonial había recibido el nombre del tío de julio, el papa Sixto IV, para quien se construyó entre 1473 y 1481. Las paredes estaban llenas de pinturas magníficas de maestros como Botticelli y Perugino.

Al principio, el papa Julio había querido que Miguel Ángel decorara el techo abovedado con retratos de los 12 apóstoles. Pero el artista pensó que eran “temas pobres” y decidió cubrir la superficie con su visión de la Creación.

Para alcanzar el altísimo techo, diseñó un andamiaje móvil de madera en el que podía pintar de píe o hasta caminar si quería. Aun así, en cuatro años y medio llegó a sentir que lo limitaba.

Empezó a trabajar en el verano de 1508, con la ayuda de seis asistentes que le mezclaban la pintura, le amasaban el yeso y a veces lo auxiliaban pintando. Y al final le termino saliendo una maravilla de pintura.

Este personaje tuvo muchas virtudes ya que en los momentos que se le presentaban problemas seguía adelante y nunca se rendía pasara lo que pasara. Era:

-Persistente, Audaz, Valiente, Paciente, Informado, Pensador, Buen comunicador, De mentalidad abierta, Indagador entre otros

 
 
Giuliana


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